Alimentarse de manera más saludable
¿Qué tan saludable es tu dieta en este momento? Probablemente, al igual que le está pasando a muchas familias, en estos días estés comiendo sin pensar. Las patatas fritas y las bolsas de galletas desaparecen más rápido de lo que preguntas «¿Qué hay de cenar?» Es comprensible, dado el estrés causado por lo que está sucediendo. Todos están nerviosos y comer es uno de los consuelos humanos universal.
La pregunta es: ¿cómo mejorar la dieta de tu familia sin causar un caos en la cocina? ¿Crees que es posible hacerlo en este momento?
Sí, es posible colaborar para que tu familia empiece, esta misma semana, a comer más sano. Es más fácil de lo que piensas, pero requiere algo de planificación. La compra se ha convertido en una aventura, así que no esperes al último minuto para organizar las cosas. Con un poco de ayuda de tu familia y un poco de tiempo, puedes ir incorporando gradualmente alimentos saludables a tu rutina. Esta guía te ayudará a hacer un plan y lograr que tu familia se sume a él.
Planifica tus comidas
Planificar con antelación hace que todo sea más fácil de manejar. Si no estás acostumbrado a hacer una lista, intenta colocar una hoja en tu nevera e invita a tu familia a escribir las cosas cuando se acaben o piensan en algo que pudieran necesitar. Tu lista puede crearse a medida que transcurre la semana. Considera la posibilidad de guardar tu lista de la semana anterior para poder añadir con menor esfuerzo las cosas que necesitarás reponer de nuevo en el corto plazo.
Junto con una lista de artículos para comprar, crea una lista de comidas para preparar a lo largo de las semanas que siguen.
Aquí hay algunas ideas para mantener feliz a la “tropa” en casa.
- Prueba nuevas recetas – Con más gente en casa, este es el mejor momento para probar nuevas recetas. Es una buena distracción y tendrás algo en lo que entretenerte.
- Procura prepara algunos de los platillos favoritos de la familia – Complacer a la familia es algo bueno en este minuto. Prepáralas con cierta distancia entre ellas dentro de tu plan de comidas para que no tengas varias comidas pesadas o similares seguidas.
- Comida para llevar – Si eliges añadir a tu plan, de vez en cuando, comidas ordenadas en algún restaurant, haz ajustes en el presupuesto de comestibles para tener en cuenta los gastos y la comida que pudiera sobrar en esa orden.
- Estira tus suministros y tu presupuesto – Encuentra maneras de estirar los ingredientes más caros mezclándolos con arroz, frijoles, papas y otros alimentos con almidón.
Cocina pensando en reservar parte de lo que estés preparando – Cuando prepares carne de taco para la comida de esta noche, por ejemplo, considera hacer suficiente carne para otra comida o dos al mismo tiempo. Puede tomar un poco más de tiempo en este momento, pero apreciarás la conveniencia un día en el que no tengas mucha energía.
Merendar es aceptable
Merendar es más que aceptable en este momento. De hecho, deberías promoverlo y aceptarlo. Las meriendas no tienen que ser similares en cantidad a una comida rápida o no tendrían por qué arruinar tu cena. Aquí hay una lista de meriendas que podrían ser agradables para tu familia.
- Puedes agregar alimentos nutritivos a lo largo del día – Ten a la mano frutas y verduras cortadas, queso, galletas integrales, nueces, humus y otros alimentos para picar.
- Es una buena excusa para levantarse y caminar – Está bien admitir que te distraes durante el día de trabajo o estudiando en línea en tu casa. Levántate, come algo saludable y haz que tu sangre vuelva a bombear.
- El horario de todos es un poco trastocado – Con más gente trabajando y aprendiendo desde casa, los horarios diarios se han vuelto más flexibles. Las meriendas pueden ayudar a llenar el vacío cuando las actividades de alguien no están alineadas con los horarios normales de las comidas.
- Las meriendas pueden mantener tu energía a lo largo del día – Una manera de mantener tu cerebro alerta es comiendo una merienda pequeña. La inyección de calorías y energía rápida te ayudará a aguantar hasta la próxima comida.
- Mímate de vez en cuando – Comer una merienda de vez en cuando es aceptable. Haz de las meriendas saludables la regla, pero ten también a la mano algunas de tus meriendas favoritas. Especialmente ahora, cuando muchas cosas divertidas no están disponibles, mimarte con algo que te gusta puede parecer un verdadero placer.
Aburrimiento y alimentación emocional
Las meriendas son algo bueno cuando prestas atención a las necesidades de tu cuerpo. Pero mucha gente come por razones emocionales en lugar comer solo cuando siente hambre. Cuando te diriges a la nevera o a la despensa, pregúntate si está sucediendo una de las siguientes situaciones:
- Estás aburrido
- Dormiste mal o no dormiste lo suficiente
- Estrés/alimentación emocional
Si la respuesta a alguna de ellas es “si”, mantente alejado de la comida.
Puede ser tentador “comerse tus sentimientos”, especialmente con el estrés y la incertidumbre del mundo actual. Pero terminar ese envase de helado o comerse la bolsa entera de papas fritas sólo aumentará sus problemas. Sentirás estrés y dolor de estómago.
En lugar de comerte un bocadillo, trata de abordar el verdadero problema. Respira profundo para aliviar el estrés. Acuéstate y cierra los ojos durante cinco minutos si te sientes cansado, o haz algunos saltos para despertarte. Si te aburres, sueña despierto durante unos minutos.
Si todavía tienes ganas de picar, después de todo, comer más frutas y verduras nunca serán una opción errada. Así que, si decides comerte el estrés, dirígete al lugar de las frutas y vegetales de tu nevera.
Haz pequeños cambios saludables en tu dieta
Una alimentación saludable es importante, pero evita hacer demasiados cambios de una sola vez. Adaptarse al cambio es sorprendentemente duro, sobre todo cuando el tiempo se hace cada vez más largo.
En este punto, la comida es uno de los pocos placeres que muchas personas pueden disfrutar. Incluso si la dieta de tu familia no es la mejor, al menos es familiar. Tómalo con calma y piensa en algunas maneras de mejorar tus hábitos alimenticios.
Ten en cuenta lo siguiente: el apego emocional de tu familia a la comida y la necesidad de introducir opciones más saludables. Puedes tratar de combinarlo todo sin cambiar las cosas con demasiada velocidad. Aquí tienes algunas ideas:
- Haz que todos formen parte de este cambio – Deja que tu familia elija el menú semanal y sugiere algunos complementos más saludables como manzanas recién cortadas o ensalada.
- Haz más ligeros los platillos favoritos de la familia – Prepara o compra algunos de los alimentos favoritos por todos, pero encuentra maneras de sustituir los ingredientes o servir complementos más saludables.
- Agrega más frutas y verduras – Si tu familia se resiste a comer frutas y verduras, adórnalas con un poco de mantequilla, una salsa o una salsa de lujo. Con el tiempo, será más fácil servirlas con o sin los extras.
Hábitos alimenticios saludables
Tú y tu familia pueden ser como muchas personas que están adoptando hábitos alimenticios poco saludables en este momento. No te preocupes, la alimentación sana no tiene por qué añadir estrés a esta situación ya de por sí estresante. Da pequeños pasos en dirección al cambio y haz que cada comida se disfrute por completo.