Consejos para Padres para Preservar la Cordura del Verano
El verano es un tiempo para hacer una pausa del superpoblado horario académico y restablecer nuestras prioridades. El ritmo relajado es bien recibido por la mayoría de personas. Incluso los padres que trabajan, y tienen que dejar a sus hijos en la guardería, disfrutan de la facilidad de las noches cálidas sin tener que preocuparse por las tareas. Sin embargo, el verano trae sus desafíos. Recientemente vi un meme de un padre pidiendo limosna en el verano con un letrero que decía: "¡Tengo un trabajo!! ¡Es verano, y mis hijos están en casa, y no dejan de comer!" Estas son algunas ideas que pueden ayudarle a encontrar un buen equilibrio que puede ayudarle para preservar la cordura durante los meses de verano:
No Caiga en la Trampa del Atareado
Tus hijos no tienen que ser entretenidos por ti cada segundo del día. Son muy capaces de entretenerse a sí mismos. Los niños sólo pueden perfeccionar sus habilidades cuando están extra aburridos y no tienen nada mejor que hacer. A mis chicos les encanta la música. A menudo dejan todas las piezas desafiantes que han querido aprender para el verano cuando tienen tiempo para dedicarle. Se alejan de los desafíos cuando se sienten frustrados y vuelven a ellos cuando sienten que se han enfriado lo suficiente. Si está llenando demasiado su tiempo, nunca los verá crecer mediante sus luchas a través de las cosas que les importan.
Permita que sus Hijos se Levanten mas Tarde
La mayoría de los niños no duermen adecuadamente durante el año escolar, y el verano les brinda la oportunidad de ponerse al día con el descanso más necesario. Sus cuerpos en crecimiento lo anhelan. El sueño promueve el crecimiento, y también afecta el peso. Los niños anhelan alimentos con más grasa o carbohidratos cuando están cansados. Los niños cansados también tienden a ser más sedentarios. El sueño tiene muchos beneficios para los niños, así que durante las vacaciones no trate de comenzar el día a las 7:00 de la mañana como un día escolar regular. Permita que duerman un poco extra, y disfrute de su café en paz.
Configure un Horario
Establezca un horario para que los niños estén ocupados fructíferamente, pero no apresurados. Escríbalo, haga un gráfico, póngalo en algún lugar donde todo el mundo pueda verlo. Apéguese a él mientras permite flexibilidad - es la hora de verano después de todo.
Reserve Tiempo Para Leer
Leer para tareas escolares no es lo mismo que leer para diversión. Los niños, así como los adultos, hacen lo que les parece placentero. La capacidad de un niño para sumergirse en una historia, visualizar los detalles de la trama y relacionarse con los personajes de la historia puede crear largas horas de placer; y que de lo inteligentes que se están volviendo. Los estudios han demostrado que los buenos lectores, sin saberlo, fortalecen sus habilidades matemáticas. ¡Quién lo hubiera pensado!
Enséñele a Hacer Nuevas Tareas
Cada verano, debe tomarse el tiempo para añadir una nueva tarea a su repertorio. Muéstrele cómo hacer algo nuevo para ayudar con el hogar cada año. Recuérdeles que a medida que envejecen, necesitan aprender a ser más independientes. El objetivo es que un día sean capaces de manejar sus hogares solos, ¡como un jefe!
Llévelos Afuera e Insista que Hagan Ejercicio
Se recomienda que los niños y adolescentes obtengan un mínimo de 60 minutos de ejercicio vigoroso al día. El verano es el momento más fácil para lograr este objetivo porque a todos los niños les encanta el patinete scooter, la natación, correr bicicleta y la competición de deportes en el interior y al aire libre. Además de los beneficios físicos habituales del ejercicio, los niños activos son menos propensos a experimentar episodios de depresión y ansiedad. El estar activos mejora la salud mental. ¡Eso es un hecho!
Anímelos a ser Creativos
La creatividad es más una habilidad que un talento innato. El verano es un gran momento para aprender a dibujar, tocar música, bailar, crear experimentos científicos, escribir, aprender a recitar poesía, servir a las personas que los rodean, etc.
Saboree su tiempo con sus hijos durante los meses de verano; abrazarse, leer juntos, jugar, disfrutar y ¡por el amor de Dios, deje de preocuparse!