Cuando la respuesta es “No, No Ahora”
Aprendimos una invaluable lección sobre la fidelidad de Dios al iniciar nuestra jornada como padres. Teníamos pocos años de casados y decidimos que queríamos iniciar una familia. Ambos estábamos acostumbrados a trabajar duro, a alcanzar metas, y a obtener los resultados que queríamos y esperábamos. Asumimos que el convertirnos en padres no sería diferente. Nos faltaba tanto por aprender…
No tomó mucho tiempo antes que Heather quedara embarazada y parecía que nuestro plan marchaba perfectamente. Ella comenzó a leer cada libro sobre el embarazo. Sabíamos que en nuestra primera cita médica, podríamos ver a nuestro bebé del tamaño de un cacahuate y que escucharíamos el latido de su corazón. Cuando el técnico de ultrasonido movió el aparato, encontró el saquito donde se desarrollaría el bebé, mas no el bebé. Después supimos que a esto se le llama “óvulo malogrado.” Para nosotros, solo quería decir angustia, miedo y confusión.
¡Estábamos en shock! Tanta esperanza y anticipación inmediatamente se volvieron una mezcla de emociones. Pasamos por tantas etapas de duelo, y no siempre al mismo tiempo. Al principio, Heather estaba muy enojada con Dios por permitir tal desgracia. ¿Cómo era posible que no le concediera el deseo de su corazón? Yo estaba paralizado, pero aun intentaba mantenerme esperanzado y buscando consuelo en el hecho de que muchas parejas sufren un aborto natural durante su primer embarazo.
El hecho de que no experimentábamos las mismas reacciones al mismo tiempo nos permitió levantarnos el uno al otro y crecer profundamente durante esta prueba. Desafortunadamente, la lección de que “no estamos en control” no termino ahí. Los siguientes dos años nos trajeron dos abortos más en etapa temprana y olas de desaliento que rompían como una fuerte marea. Para este tiempo, yo ya me sentía enojado con Dios, pero Heather comenzaba a experimentar la presencia de Dios y su consuelo de maneras nuevas y más profundas.
Un día en particular, Heather pensaba “Dios simplemente no sabe lo que es ser madre y perder a un hijo.” Y por supuesto, después recordó a Jesús. ¡Dios sabe lo que es perder a un hijo! Entonces comprendimos que Dios podría usar estas circunstancias para mostrarse de una manera profunda ante nosotros. Aun cuando nosotros no estamos en control, ¡El lo esta! Heather encontró al Salmo 71 como una gran fuente de esperanza. Los versos 20 y 21 resaltaron de la página y hacia su corazón, renovando su esperanza y recordándole que Dios no nos dejaría en desolación.
Has permitido que sufra muchas privaciones, pero volverás a darme vida y me levantarás de las profundidades de la tierra. Me restaurarás incluso a mayor honor y me consolarás una vez más."
Salmo 71:20-21 (NIV)
Los Larsons llevan 22 años de casados, y tienen 3 hijos (17,15 y 14). Peter es un Psicólogo Clínico licenciado, que trabaja en integración de equipos de la plataforma digital de crecimiento Gloo, y Heather es una capacitadora de matrimonios certificada del programa Hope por Focus on the Family. Juntos, han escrito cuatro libros sobre el matrimonio y la crianza de los hijos con los Arps.
Para aprender mas sobre ellos, vea www.Gloo.us, www.hoperestored.focusonthefamily.com, o www.bridewellcoaching.com
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