El Compromiso
Mi esposo y yo hicimos un viaje a la tienda de Menards para recoger azulejos este fin de semana. Finalmente, acordamos que era hora de hacer algunas remodelaciones en nuestra casa.
Ahora no sé cómo funciona esto en su matrimonio, pero en el mío, parece que no podemos estar de acuerdo el 85% del tiempo. Le gusta una cosa, quiero otra y pasaremos lo que debería haber sido un viaje de 30 minutos en la tienda a un viaje de campo completo. Parece que no podemos elegir fichas que a los dos nos gustan, pero ahora tenemos que ir a todas las otras tiendas para comparar.
¿Adivina qué? Nada había cambiado desde que fuimos a Menards la primera vez. Todavía tenemos gustos diferentes y cada uno de nosotros estamos tratando de ganar esta guerra de los azulejos.
Después de algunas tiendas, acepto que esta es una batalla que no vale la pena llevar a cabo en el campo. Entonces, pido una tregua y decidimos comprometernos. Observamos cada diseño que nos gusta y luego redujimos nuestra búsqueda al que sea más similar tanto a su gusto como al mío. Ahora, ¿cómo habría sido eso si hubiéramos hecho eso al principio? Habríamos ahorrado innumerables horas en la tienda y habríamos tenido tiempo de ir a un restaurante y disfrutar de una buena comida.
En las relaciones, muchas veces, no siempre nos saldremos con la nuestra. Sin embargo, tenemos que comprometernos. ¿Qué quiero decir con esto? En el matrimonio, ambos entramos en relación con nuestros intereses, deseos, ideas y gustos. Comprometerse es más cómo trabajar juntos hacia un resultado favorable para ambos. Esto no solo se refiere a decisiones pequeñas sino también a decisiones importantes.
Por supuesto, los pequeños compromisos en un matrimonio pueden ser bastante fáciles de hacer (o no); Sin embargo, son igual de importantes. Por ejemplo, quiere mariscos y su cónyuge quiere carne. Un compromiso es elegir un restaurante que tenga ambos. ¿Qué tal un compromiso más sustancial? ¿Qué tal comprar una casa? Es posible que desee un estilo particular de hogar y su cónyuge puede querer otro. Desea vivir en un vecindario en particular y su cónyuge quiere vivir en otro lugar. ¡He estado ahí! Si bien esto puede requerir algo de negociación, es importante que usted y su cónyuge trabajen hacia objetivos comunes y consideren el punto de vista del otro. Ahora, cuando llegue a un feliz compromiso … celebre.
Comprometerse no tiene que ser negativo; la clave es encontrar un ganar-ganar. Aquí hay un consejo que puede ayudar cuando ambos están luchando por comprometerse:
Escuchar: hacer preguntas sobre lo que quiere o le gusta. Escuche el punto de vista del otro. Si no entiende algo, pregunte. Intentar transmitir su idea o deseos a otra persona sin considerarla puede generar frustración y comportamientos como el sarcasmo. Haga un esfuerzo para comprender y escuchar a su cónyuge … puede encontrar cuál es el beneficio mutuo para ambos en la conversación.
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