La Clave para la Intimidad
Por
Bill Ferrell
Me equivoqué.
Tenía veintitantos años cuando por primera vez entendí lo que quería decir esta frase. No es que no supiera el significado de estas palabras. Por muchos años utilicé las palabras “me” y “equivoqué.” Solo que muy raramente las utilicé juntas. En una sola oración.
No es que yo me creyera infalible. Claro que no. Yo sabía que no era perfecto y que cometía errores. ¿Quién no lo hace? Pero, no había sido confrontado a mis deficiencias con regularidad.
Luego me casé.
Ahora, esto no quiere decir que mi esposa siempre estaba diciéndome que era un desastre. Claro que no, si ella también duerme. Ese fue un chiste (en caso de que no lo hayas captado… y en caso de que ella lea esto.)
Pero, cuando yo era soltero era mucho más fácil para mí manejar mi imagen ante la gente y su experiencia conmigo. Practiqué mucho el “manejo de imagen” – como lo hacemos todo. Es parte de ser humano. Todos queremos que la gente crea que somos mejor de lo que somos.
Así que exageramos nuestros logros, hacemos excusas por nuestro mal comportamiento, racionalizamos nuestro egocentrismo y resistimos en admitir que estamos equivocados. Intentamos crear una imagen de quien nos gustaría ser, en lugar de ser quien realmente somos.
Tenemos un deseo profundo de ser amados. Queremos, desesperadamente, ser aceptados y atesorados. Esta es la pasión central de nuestras vidas. Y, esa pasión no es un defecto de carácter. No quiere decir que estamos rotos o descompuestos. Esta es la manera en la que fuimos divinamente creados. Esta es parte del hermoso diseño de Dios. Esa pasión viene de Dios.
Pero, la manera en la que llenamos esa pasión es crucial.
Eso de que una persona nos conozca real y completamente, con todos nuestros defectos, detalles y deficiencias – puede ser atemorizante. Es riesgoso. Cuando eso sucede, podemos experimentar una inestabilidad a corto plazo en una relación. Aun así, esa es la única manera de experimentar la verdadera intimidad.
Ser amado y ser completamente conocido y aceptado satisface el más profundo anhelo de nuestra alma. Nadie nos conoce mejor que Dios. Cuando comprendemos su profundo amor por nosotros – nuestras vidas son transformadas para siempre.
Si queremos experimentar una auténtica intimidad con los demás, solo existe una manera para hacerlo. Deja el manejo de imagen, practica decir “Me equivoqué” y deja que los demás conozcan realmente quién eres. Cuando hagas eso – tú y tus relaciones serán transformados.
Para más blogs, sugerencias y artículos relacionados a las parejas, síganos en las redes sociales como @lazosdefamilia.