Sé Bondadoso con el Mundo Especialmente con tu Pareja.
Por
Elizabeth Woehr
Este es el tiempo en que la mayoría de las personas se acuerdan de desarrollar y practicar sus características de bondadosos. Se recuerdan que hay gente necesitada, no solo en la calle, sino en su barrio. Más aun, se recuerdan de familiares cercanos en necesidad o que por razones varias han perdido el contacto con ellos; y llenos de bondad, deciden invitarlos a sus casas para celebrar las fiestas de Navidad y Fin de Año e inclusive les envían regalos como gesto de bondad.
El diccionario de la Real Academia Española define a una persona bondadosa como aquella que está llena de bondad, que tiene un genio apacible y que es bonachón, como diríamos en ciertos países.
Esta cualidad de “buena gente” o “bondadoso” a veces puede ser mal interpretada por otros quienes se “aprovechan” del “bonachón” para darle más trabajo, o llenarlo de requerimientos, etc. Debemos recordar que ser bondadoso va en relación al carácter de una persona aplicado en acciones y que en ningún momento significa una característica de debilidad.
En ocasiones, personas se encuentran demostrando más gestos bondadosos hacia los de afuera de casa. Pero debemos recordar que la práctica de la bondad comienza por la casa, con las personas más cercanas a nosotros con quienes compartimos el mismo techo. Debemos ser bondadosos, especialmente, con la persona más querida y más cercana, que es nuestro cónyuge.
Teniendo nuestro cónyuge a nuestro lado, hay un sinnúmero de maneras a través de las cuales podemos mostrar bondad diariamente, desde que despertamos hasta la hora de dormir al final del día. Entre estos gestos de bondad, especialmente, en esta época de invierno serían, ayudar a limpiar la nieve del carro, dejar los zapatos llenos de nieve en el lugar asignado, ayudar a preparar el desayuno, ofrecer pasar por el supermercado por alguna compra de último momento, expresar palabras de agradecimiento, estímulo, aprecio y mucho más.
Otro aspecto de la definición de bondad es la tendencia natural de hacer el bien. Creo que esta es muy difícil que sea natural, pues en la Biblia dice que por nuestra naturaleza pecaminosa, sabiendo hacer el bien no lo hacemos. Esto me impacta porque creo que, para ofrecer gestos de bondad, tenemos que revestirnos de amor que es el vínculo más perfecto. Amor y bondad van juntos. Si amamos a nuestro cónyuge será más fácil practicar actos bondadosos hacia el otro y, más aun, demostrar ternura y genio apacible.
Los sinónimos de bondad son: amabilidad, respeto, cortesía, suavidad, dulzura, generosidad y delicadeza; y es muy fácil mostrar estas características cuando hay amor y cuando queremos no solo ser ejemplo de nuestros hijos, sino también si queremos mantener nuestro matrimonio y aun más una familia con relaciones saludables. Al acercarse la hora de la cena, ponerse a la disponibilidad en caso que sea necesario ayudar para apresurar la cena; cuando estamos sentados a la mesa, ofrecer buscar servilletas si faltan, servir primero el jugo al otro, permitir que el otro hable y nosotros saber escuchar atentamente, recoger la mesa al terminar la cena, etc., etc.
En otras palabras, el ser bondadoso nos lleva a realizar actos de bien sin malicia alguna, sino para el bienestar de nuestro cónyuge, lo que finalmente también redunda en beneficio hacia nosotros. Demostrar bondad hacia tu cónyuge con palabras de estímulo y aprecio.
Termino haciendo énfasis en la etimología de la palabra bondad. Esta proviene del latín “bonita”, que significa buena. Ahora, medite en la siguiente pregunta. ¿Cuándo fue la última vez que tuvo una acción o actitud “bonita” hacia su cónyuge?
Si su respuesta es positiva porque ha recordado gestos bonitos hacia su cónyuge, entonces recuerde que usted también ha salido beneficiado convirtiéndose en una “bonita persona” al haber realizado una “bonita acción”.
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