Superando Divisiones
Por
Dra. Alicia La Hoz
A la vez que somos arrastrados por la corriente de los resultados de la elección presidencial, muchos de nosotros estamos siendo golpeados duramente en las redes sociales por la emoción del momento. Un grupo (la mitad del país) está eufórico por los resultados, y se sienten confiados y optimistas, y el otro grupo (la otra mitad del país) llora y teme al futuro. De la manera que esta temporada política ha llevado un tono emocional alto, muchos de nosotros quizá hemos creado un apego a un candidato a un set de valores de un partido. Consecuentemente, la pérdida para algunos es muy real mientras que las posibilidades para otros son energizantes. Tuvimos una experiencia colectiva similar hace poco con la victoria de los Cachorros. Mientras algunos nos unimos por un equipo, otro grupo hizo lo mismo por su equipo. Obviamente, un juego de béisbol no es lo mismo que una elección presidencial, pero la experiencia emocional colectiva es similar. Con victorias y pérdidas, se están haciendo un sinfín de suposiciones. Estas suposiciones están basadas en historias de nuestras propias experiencias o las de otros. Las suposiciones son como un guión que internalizamos y que han profundizado más nuestros sentimientos sobre el resultado de las elecciones.
Antenoche veíamos las consecuencias después de que muchos tomaran las calles para protestar a gritos o que tomaron las redes sociales como plataforma para sus reacciones iniciales y de incredulidad. El shock y la negación eran muy similares a las etapas de duelo que muchas personas sufren cuando experimentan una pérdida humana. Solo que en esta experiencia ha sido magnificada al ser un choque de llanto y algarabía por una nación dividida.
La pregunta que debemos hacernos es “¿cuáles son los resultados personales de este evento?” Algunas personas han empezado a eliminar amigos en Facebook que tienen puntos de vista diferentes a los suyos, haciendo más estrecha su visión global, otros quizá se sientan paralizados como resultado del temor, y otros han tomado una posición de odio.
Tal como un matrimonio en conflicto, nuestro país sufre problemas de diversidad de opioniones y sentimientos que fácilmente pueden dividir. Yo nos exhorto a salir de nuestra área de confort y acercarnos y escuchar a personas con diferentes puntos de vista y sus razonamientos. Así como les decimos a las parejas que participan en los talleres de Lazos de Familia, escuchar no quiere decir estar de acuerdo. No tenemos que estar de acuerdo con las políticas de un grupo, pero sí podemos escuchar al por qué de sus convicciones y creencias y por qué se sienten como se sienten después de los resultados de las elecciones. ¿Cómo están siendo afectados por los resultados y por qué? Ponga en pausa sus sentimientos e ideas por un momento y escuche la historia del otro. Al hacerlo, podremos enriquecer nuestra realidad y comprender los temores y las esperanzas del “otro lado.”
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