Tú Eres Tú
Estuve leyendo acerca de un estudio que muestra cómo los nombres que se les da a los bebés pueden afectar su futuro comportamiento. (Sí, esto es un estudio real acerca de este tema.) La investigación revela que el nombre de la persona, influencia la decisión de dónde vivir, la ocupación y hasta la selección de los candidatos políticos.
Naturalmente, luego de leer esto, inmediatamente me puse a pensar cómo mi nombre me ha afectado y miré que el estudio carece de especificaciones, entonces realicé una cosa mejor – lo “gugulié”. Comencé a buscar cómo se supone que sea Sarah, pero esto no me ayudó mucho.
La cosa es que esto me hizo pensar acerca de cómo crecemos con los nombres que nos han dado y cómo estos definen nuestras personas.
Pienso acerca de los nombres que nos decían cuando éramos niños o jovencitos y los que somos ahora. La mayoría de ellos, son probablemente, parte de tu identidad acentuada por otros – cosas que la gente notó en ti y comenzaron a conocerte por esas cosas, como por ejemplo: inteligente, atlético, musical, fornido (robusto), gracioso, vago, etc.
¿Cómo estas etiquetas influencian en la persona que eres hoy? ¿Han afectado la manera en que te ves? ¿Han determinado las decisiones que has tomado?
A mí me han llamado de todo – obstinada e impaciente, creativa y generosa. Esto ha sido reforzado por los años por otros y según el tiempo pasa, he aceptado esto como cierto y lo he adoptado para que me defina como persona. Afortunadamente, estos nombres y etiquedas con los que crecí no son falsos ni perjudiciales. Tengo un amigo que no ha sido tan afortunado. El creció en un hogar donde había abuso y, a pesar de sus mejores esfuerzos, siempre se referían a él como un estúpido y bueno para nada. Por lo que él adoptó estas palabras y etiquetas para que lo definieran. No fue hasta que terminó la escuela superior y se inscribió en las fuerzas armadas, cuando él comenzó a deshacerse de las etiquetas negativas y comenzó a vivir en forma más positiva.
Tómate un minuto y piensa en los nombres que te han dado. Reconoce que algunos son negativos, pero ciertos y que son áreas en las que necesitas mejorar. También reconoce que no todo lo negativo que te han dicho es verdadero. Juzga y acepta que el hecho de darte nombres es parte de la vida. Siempre va a haber personas a la vuelta de la esquina que te dirán que no eres inteligente o paciente o exitoso. Pero no permitas que las opiniones de otros dicten tu futuro. Si tu nombre es un factor que va a determinar la forma en la que va a ser tu futuro, entonces escoge tú tus nombres. Haz una selección concienzuda para vivir y ser la persona que tú deseas ser.
Recuerda, tú, realmente eres más que una etiqueta. En el mundo mágico de Dr. Seuss, “Tú eres tú. Esa es la verdad de la verdad. No hay nadie en el mundo que sea como tú.”