Entra la vida y la muerta (T1E48)

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El Hijo Sabio Alegra al Padre

El famoso proverbio dice: “El hijo sabio alegra al padre, pero el hombre necio desprecia a su madre.” Endereza tus pasos y podrás ser el orgullo en vez de la vergüenza de tu familia.

La relación entre padres e hijos es una de las relaciones más vitales sobre la faz de la tierra. Pocas relaciones pasan la prueba de tiempo o exceden la fortaleza de este vínculo. Es más, son pocos los problemas psicológicos de los que una persona sufre que no tienen sus raíces en la relación de esta persona con, por lo menos, uno de sus dos padres. Es debido a que la relación con sus padres juega un papel tan importante en la salud psicológica de una persona, que debemos enseñar a nuestros hijos a honrar a los padres. Se ha comprobado que cuando existe una buena relación de amor y respeto entre padres e hijos, lo hijos reciben mejores calificaciones en la escuela, son socialmente más competentes que los que no, se comunican mejor y tienen menor riesgo de involucrarse en actividades peligrosas, entre otras cosas.

Existen varias formas en las que se puede enseñar a un hijo a honrar a su padre y madre. La primera es con instrucción. Si le levanta la voz, o le cortan los ojos, o actúan con desprecio debe explicarles cómo esas acciones deshonran a la persona que les dio vida y que se sacrifica diariamente para su bienestar. En lugar de ignorar esos incidentes que al principio parecen tan inofensivos, corríjalos de inmediato.

La otra forma es dando a su hijo lo que usted busca recibir, amor y respeto, pues lo que se da a cántaros se recibe en la misma cantidad. Cuando los niños se sienten amados por sus padres reciprocan las acciones. El amor y el respeto emanan de un corazón que desea agradar a su padre y madre.

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