11 consejos para afrontar una crisis financiera
La simple idea de revisar el correo te parece abrumadora. Ya no contestas el teléfono porque podría ser algún recaudador de dinero. Las facturas están vencidas y el monto en tu cuenta bancaria es aterrador. Sientes constantemente un vacío en el estómago.
A medida que el tiempo pasa, tus facturas se acumulan y ya han pasado algunas fechas de vencimiento de sus pagos. No quieres entrar en pánico y empeorar las cosas, pero no sabes por dónde empezar. Necesitas un plan, y rápido.
Puede que en este momento te sientas completamente consternado, y eso es normal. Puedes mejorar esta sensación poco a poco. Los siguientes consejos te mostrarán cómo organizarte y enfrentar de inmediato a esa bestia llamada dinero. Llénate tu coraje y empecemos.
1. Aprende a calmarte
Tu capacidad para tomar decisiones acertadas en este momento es vital, y eso sólo puede suceder si logras calmar tus nervios. Una crisis financiera es estresante, por lo que aprender a relajarse es esencial en este proceso.
Comienza con un simple ejercicio de respiración. Inhala lentamente mientras cuentas hasta cuatro y exhala mientras cuentas hasta ocho. Haz esto varias veces seguidas. Una vez que tu cuerpo se acostumbre a esta práctica, tu ritmo cardíaco disminuirá. Hacer esto varias veces al día te ayudará a reducir tus niveles de estrés.
2. Reúne toda tu información financiera
Cuando estés más tranquilo, reúne todos sus estados de cuenta, facturas y un calendario. Llama a tu banco o revisa en línea tu saldo actual y las transacciones pendientes. Necesitas saber exactamente cuánto dinero tienes disponible en este momento.
Anota todas las fechas de vencimiento de tus facturas en tu calendario o haz una lista con ellas. Este proceso te ayudará a saber qué facturas debes pagar de manera más inmediata y su fecha exacta de vencimiento. Con este procedimiento, estarás estableciendo las bases de tu situación financiera, así que procura ser minucioso.
3. Prioriza tus facturas y gastos
Ahora que sabes lo que se debe, haz una lista de tus facturas en orden de prioridad. Necesitas ser capaz de pagar los gastos de vivienda, servicios básicos y comida. Estas son tus necesidades básicas, y necesitas cubrir estos gastos primero.
Es posible que tengas cuentas por pagar de inmediato que no cubran una necesidad básica. Antes de pagar esa cuenta, necesitas entender hasta dónde puedes estirar tu dinero en cosas más importantes.
4. Establece un plan simple
Empieza con un plan simple para que te ayude a ponerte en marcha. Respira y cálmate, luego decide qué cuentas puedes y necesitas pagar primero.
Revisa el saldo de tú cuenta y hazlo de nuevo cuando vuelvan a pagarte. ¿Hay coincidencia entre el efectivo que tienes disponible con las fechas de vencimiento de tus facturas más importantes? ¿Tienes suficiente dinero para cubrir esas facturas a tiempo, o necesitas ingeniarte algo para completarlo? Si no tienes suficiente dinero, es posible que tengas que conseguir algo de dinero extra para poder llegar a fin de mes.
5. Deja de gastar el dinero disponible
Deja de gastar dinero que tienes disponible hasta que sepas qué gastos son los más importantes. Debes detener los gastos superfluos inmediatamente para que puedas mantener cubiertas tus necesidades básicas. Esta puede ser una decisión difícil, especialmente si tus ingresos se han visto afectados. Respira profundamente, piensa, y luego gasta tu dinero sabiamente.
Revisa el estado de cuenta de tu banco para ver si hay pagos automáticos o renovaciones en camino. Estos pueden pasar desapercibidos fácilmente y puede reducir de forma inesperada el monto de dinero que esperarías tener en tu cuenta.
6. Acción en lugar de distracción
Cuando el estrés se acumule, tendrás ganas de distraerte y de postergarlo todo. La distracción puede ser un buen alivio para el estrés, pero no en este caso. Necesitas enfocarte para mejorar la situación. Una vez que tengas un plan de ataque básico, haz lo necesario para cubrir tus cuentas. Toma la decisión adecuada, aunque sea contraria a tus emociones.
Muchas cosas requerirán tu atención mientras trabajas en esta situación. Surgirán gastos imprevistos, algo se romperá, o una factura que habías olvidado te llegará por correo. Sigue manteniendo tu plan y actúa en consonancia con él.
7. Reduce el número de tus facturas
Una vez que hayas priorizado tus facturas, contacta a cada empresa para ver si hay una forma de reducir el monto de tus pagos. Llama a las compañías de tus tarjetas de crédito para ver si es posible que te bajen la tasa de interés o los cargos. Esto también podría funcionar con las compañías de hipotecas, tu arrendador y las compañías de servicios públicos.
Estas empresas preferirían que establezcas pagos parciales o la mayor parte de su factura en lugar de nada. La negociación puede aliviar un poco las facturas cuando empieces a ponerte al día.
8. Recorta tus gastos extras
Empieza a recortar los lujos de tu lista de gastos. Este es un gran momento para cortar la televisión por cable, dejar las suscripciones y dejar de comer fuera. Vuelve a tu definición de compras esenciales y cuestiona todo en lo que usualmente gastas dinero.
No te preocupes, puedes encontrar muchas maneras de disfrutar de la vida mientras reduces los gastos. En lugar de ver películas con un servicio de pago, mira tus opciones para disfrutarlas de forma gratuita. Compra marcas genéricas, cocina en casa y utiliza tu biblioteca local.
9. Consigue la manera de ganar algo de dinero extra
Ahora que has recortado los gastos, pon más dinero en tu cuenta bancaria encontrando un par de ocupaciones paralelas a tu empleo principal. Primero, vende en Craiglist los artículos que ya no usas o válete de los grupos locales de ventas de Facebook para ello. Haz una venta de garaje con uno o dos amigos para atraer a una gran multitud. ¿Tienes alguna habilidad especial que puedas usar?
Promociona tus servicios localmente y en línea como trabajador independiente.
Busca en los periódicos y en los listados online un trabajo de tiempo parcial. Los supermercados, las tiendas de descuento y los restaurantes siempre están buscando personal. Pregúntale a tus amigos y familiares si conocen a alguien que esté contratando. Haz trabajos ocasionales como jardinería, limpieza de nieve o paseos de perros.
10. Habla con alguien de confianza para que te apoye
¿Recuerdas lo estrechamente ligados que están tu dinero y tus emociones? No pases por este estresante viaje solo. Obtén apoyo de una persona en la que confíes. No tienen que ser un experto en asuntos financieros, pero si necesitas de alguien que tenga un buen historial financiero que pueda apoyarte a llevar a cabo tu plan.
Una de sus funciones más importantes será darte apoyo emocional. Cuando tengas ganas de rendirte o te sientas frustrado, estas personas podrán ayudarte a sentar cabeza y a pensar con claridad.
11. Sé honesto con tu familia
No trates de endulzar esta situación con los miembros de tu familia. No será divertido, pero sé honesto desde el principio. Necesitas a todos comprometidos con tu plan financiero para que funcione. Explícales el problema y las posibles consecuencias si tu situación llegara a empeorar. Diles a todos en la familia cómo habrá que establecer modificaciones que afectarán a todos en cuanto a los gastos y a los ahorros.
Luego dale un viraje positivo y promueve una actitud de equipo. Describe tus objetivos y lo que todos pueden hacer para ayudar. Lo más probable es que estos cambios no duren para siempre, pero al principio podría parecer así. Una vez que todos sepan cómo ayudar, será más fácil mantenerse concentrado y motivado.
Será posible salir del agujero
Salir de una crisis financiera no es un picnic, pero es manejable. Mantén la calma y establece un plan. Actúa todos los días para alcanzar tu objetivo y ten tu red de apoyo a tu lado. Tú y tu familia están juntos en esta crisis y podrán superarla.
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