Determinación y Empeño
Mi padre sufrió un derrame cerebral masivo cuando tenía solo 55 años. Como resultado, la parte derecha de su cuerpo quedó completamente paralizada. Después de semanas en el hospital, y meses de intensa terapia física, junto a la fe y el apoyo de muchos amigos alrededor del mundo, comenzó a ganar la función en su cuerpo. Al principio, hacía un gran esfuerzo para levantarse solo de la cama, pero gradualmente, con la ayuda de un bastón y sosteniéndose de la pared comenzó a moverse lentamente de un lugar a otro.
La experiencia que tuvo mi padre de tener que volver aprender a usar todas sus facultades físicas comenzando desde cero, demuestra lo que los científicos ya sabían - que el cerebro es más maleable de lo que antiguamente se pensaba y es capaz de reconstruirse aun después de daños recibidos. Con determinación y empeño y la habilidad que tiene el cerebro debido a su plasticidad de cambiar y adaptarse, tenemos todo el incentivo que necesitamos para nunca darnos por vencida.
Investigaciones modernas han comprobado que el cerebro continúa creando redes neuronales y altera las que ya existen para adaptarse a nuevas experiencias, aprender nueva información y crear nuevas memorias aun ante los más grandes obstáculos. Esto quiere decir que el ser humano que no se da por vencida puede tener éxito aun en medio de los grandes retos que está enfrentando.
Cuando desees sobrepasar algún obstáculo, cumplir alguna resolución o conquistar alguna debilidad, puedes estar seguro de que estás hecho, literalmente, de una materia gris que siempre se está renovando. Esta habilidad que tiene el cerebro de renovarse, conquistar obstáculos, aprender nuevas rutinas y hasta desarrollar atributos nobles de carácter que antes eran débiles, es un milagro de nuestra humanidad. Esto debe traer no solo deleite a nuestras vidas, sino también provocar en nosotros una actitud inmensa de gratitud.
Aunque decimos que es un “milagro”, esto no quita que el proceso de crecimiento y adaptación nos cause mucho estrés: Todo lo que vale la pena tener cuesta esfuerzo hacer.
Existen pasos emocionales y espirituales que se pueden tomar cuando uno se enfrenta a nuevos retos. Entre ellos recomendamos los siguientes:
- Acepta tu situación o tu reto y comprométete a aprovecharlo
- Busca aprender de las lecciones que te regala el reto
- Considera tu cambio personal como un regalo al mundo
- Recuérdate a ti mismo que la frustración inicial es normal y puede ser superada
- Rodéate de personas que te apoyen
- Ten fe
Mi padre se empeñó en recuperarse después de su derrame cerebral; y yo sé que tu reto, aunque seguramente diferente, es igual de enorme. No te desanimes, encuentra el compás que te guía y renueva todos los días tu compromiso hasta que alcances lo que te has propuesto. La habilidad del cerebro de lograr grandes hazañas reside ahí, dentro de ti y tenacidad es todo lo que necesitas para activarla.