Hábitos: Lo bueno, lo malo y lo feo
Me tomó mucho tiempo comenzar a levantarme temprano por la mañana, ponerme mis tennis y manejar directo al parque para mi caminata diaria de tres millas. Tengo que ser honesta, al principio tuve que dedicar mucha energía mental para establecer este hábito, pero cada día se me hacía más fácil y ahora cuando está lloviendo o tengo una cita muy temprano en la mañana se me hace difícil ajustar mi cerebro al cambio de actividad. Comencé a establecer este hábito cuando mis hijos eran bien pequeños y necesitaba tiempo a solas para ordenar mis pensamientos y encontrar energía. Luego el doctor me diagnosticó con la presión alta heredada de mi padre, y caminar era la única alternativa a la medicina.
Activamos nuestros hábitos todos los días desde el momento en el que nos levantamos hasta el momento en el que nos acostamos.
Algunos hábitos son automáticos
Nos levantamos, nos lavamos los dientes y practicamos buena higiene. Estas cosas las hacemos sin pensar.
Algunos hábitos cuestan mucho para establecer
Me gusta mucho leer. Se me facilita hacerlo por puro placer. Puedo pasar todo el día leyendo libros de cómo hacer esto y aquello y de preparar comidas saludables para mi familia, o literatura ficticia. Pero aunque esta es mi preferencia, también necesito leer por razones profesionales. Entre los hábitos que más me ha costado desarrollar es leer literatura científica, en mi campo profesional. Pero después de acostumbrarme a hacerlo disciplinadamente, ya no lo pospongo, al contrario me deleita incluir este tipo de lectura en mi rotación diaria.
Algunos hábitos los queremos desechar
Me he propuesto mantenerme alejada del chisme. Al hacerlo, tampoco permito que personas negativas invadan mi espacio.
Los hábitos viejos son difíciles de romper
Basado en mi experiencia algo de lo que sí estoy segura es que los hábitos viejos son difíciles de romper y los nuevos son difíciles de formar. Pero por medio de la repetición de fracasos y éxitos es posible formar y mantener nuevos hábitos.
¿Por qué formar nuevos hábitos?
¿Porqué mejor no vivir una vida libre sin ser regida por tanta disciplina? Neurocientíficos han trazado nuestros comportamientos de cambios de hábito a una parte del cerebro y el proceso de tomar decisiones a otra parte del cerebro. Pero tan pronto como los comportamientos se hacen automáticos, la parte que toma decisiones en el cerebro descansa.
Investigaciones de la Universidad de Duke han mostrado que un 40% de lo que hacemos está determinado por nuestros hábitos. ¿Te imaginas si tuvieras la capacidad de hacer ciertas tareas de forma automática sin darle tanta mente, liberando así espacio en tu cerebro para vivir de forma más productiva? Esto es lo que hacen los buenos hábitos. Los buenos hábitos diarios nos traen energía; mientras que los malos hábitos nos consumen. Esta es la realidad.
Comienza a hacer pequeños cambios hoy mismo, para que cuando cumplas 75 años de edad, puedas levantarte más saludable y feliz debido a los buenos hábitos que implementaste hoy día.
La clave de formar buenos hábitos es planear y tomar las cosas un paso a la vez. Planea lo que deseas hacer diferente, ponlo en tu calendario y cúmplete a ti mismo esa promesa. Toma pequeños pasos, fáciles de implementar, hacia la meta que te has trazado. Las personas que tratan de hacer todo en un solo día, muy raramente son exitosas. Yo comencé caminando media milla al día. Era todo lo que mi estado físico y emocional me permitían hacer en ese entonces. Poco a poco comencé a añadir unos pasos a mi caminata diaria. Tengo amigos que corren hasta 10 millas al día, los admiro, pero no los envidio. Hago lo que puedo pero insisto en ser constante.
Es más fácil alcanzar el éxito por medio de pequeños cambios diarios repetidos. Así que ya sea que desees dejar de posponer tu tarea, dejar de morderte las uñas, dejar de fumar, comer menos comidas dañinas, recurrir al chisme, o llenarte de negativismo, comienza con pequeño pasos, poco a poco, hasta que alcances el éxito.
Los hábitos tienen mucha influencia en la forma en la que pensamos, actuamos y nos sentimos. Somos el resultado y la suma de nuestros hábitos. Así que no lo pospongas más, haz una inversión en ti mismo. Tú lo vales.
¿Cuales hábitos quieres iniciar tu? ¿Cuales quieres desechar? Cuéntanos en la sección de comentarios en la parte posterior.