Haz el Tiempo para Divertirte con tus Hijos
El año pasado, mi hijo cumplió 30 años, así que decidimos hacer algo especial. ¡Lo sorprendimos!
Mi esposa, mi hija y yo volamos a Boston, donde vive con su esposa y sus tres hijas. El no sabía que vendríamos, solo lo sabía su esposa. Llegamos a la 1:00am. Así es – una hora después de la media noche. ¿Qué quieres? Queríamos sorprenderlo.
Una vez aterrizamos, tomamos un Uber a su casa. Le enviamos un texto a mi nuera y ella nos esperó para abrirnos la puerta. Muy silenciosamente entramos a su habitación y abrimos la puerta.
Ahí estaba dormido. Debajo de la colcha pesada. Me recordó cuando él era un bebé. Mi esposa y yo entrabamos a su cuarto solo para verlo dormir. Escuchando el ritmo de su respiración. Viendo cómo se movía de arriba a abajo su pecho con cada respiro. Durmiendo profundamente. Tan tranquilo. Tan en paz. Tan vulnerable. Tan contento. Tan hermoso. Acostado ahí como un bello querubín.
Y salimos tan lento como entramos. Asegurándonos de no despertarlo. Ahora ya tenía 30 años. Algunas cosas no cambiaron. ¡Oh! – pero otras sí.
A mi señal, los tres brincamos a la cama. Entre los tres le brincamos encima y le abrazamos gritando “SORPRESA. SORPRESA. SORPRESA.” Saltó como petardo y se sentó en la cama gritando, “AHHHHHHHHHHHH.”
Continuamos gritando, “SORPRESA, SORPRESA, SORPRESA.” Y seguía gritando, “AAHHHHHHHHHHHH.”
Volteaba los ojos de lado a lado. De rostro en rostro. Su cerebro intentaba comprender lo que estaba sucediendo. ¿Se trataba de un sueño? ¿Era realidad? ¿Una pesadilla?
El seguía gritando y nosotros nos echamos a reír. ¡A carcajadas! Mi hija se tiró al suelo – tratando de contener las ganas de ir al baño. Mi esposa no podía ni respirar de la risa. Y yo seguía gritando “SORPRESA.”
Finalmente, después de dos minutos, él se quedó en silencio. Se tocó el pecho. Su presión comenzó a regularse. Pasó saliva, tratando de controlar su respiración. Volteó a todos lados. Y luego empezó a dibujarse en su rostro una sonrisa de lado a lado.
“¡Me tomaron por sorpresa!,” dijo. ¡Fuimos exitosos!
Pasamos los siguientes días celebrando su cumpleaños – yendo a comer, jugando básquetbol, conversando, pasando tiempo juntos, reviviendo “la sorpresa” y divirtiéndonos mucho.
Los hijos son un regalo de Dios. Ser padre es un verdadero privilegio y una gran responsabilidad. También puede ser muy divertido. Haz el tiempo para divertirte con tus hijos, sin importar su edad.
Por su bien y por el tuyo también. ¡La diversión es una parte importante de las relaciones y de la vida misma!
Ahora, tu versión de “diversión” puede que no sea como la “Diversión de la Familia Ferrer.” Pero cualquiera que sea – Crea memorias que disfrutarás en el momento y durante muchos años por venir.