Precursora Latina: De la Educación al Mundo de la Construcción
Por
Verónica Avila
“Este es tu nuevo país. Eres libre. Aquí puedes lograr lo que te propongas, excepto ser presidente de los Estados Unidos. Y recuerda siempre nunca poner tu ética en tela de juicio.” Esas fueron las palabras que escuchó Edith de la Cruz a los 10 años de edad, de parte de su padre, Romualdo de la Cruz, cuando llegaron de Guatemala a los Estados Unidos en 1975.
Desde pequeña, Edith fue impulsada por su padre a mantenerse enfocada y a trabajar arduamente para alcanzar sus metas. Y así lo hizo. Edith recibió su licenciatura en Psicología y comenzó a trabajar como maestra de Inglés como segundo idioma en Berwyn, IL donde vio una gran necesidad de maestras bilingües.
Un día, mientras conversaba con otros padres de familia, se dio cuenta de que no estaba preparada económicamente para enviar a sus hijos a la Universidad. Por un momento perdió la compostura, pero estaba determinada a encontrar la manera de trabajar en esa meta. Un amigo suyo, un constructor, le dio la gran idea de ingresar al negocio de los "Flips" en el mercado inmobiliario; si invertía en una propiedad de ejecución hipotecaria, podría arreglarla y venderla. Ese fue un momento clave para Edith. El problema era que ella no sabía mucho sobre el negocio, pero no iba a permitir que eso la detuviera. Sabía un poco de carpintería y estaba lista para aprender el resto. Su amigo se ofreció a enseñarle todo sobre el negocio, una vez regresara de sus vacaciones del día de independencia.
Edith no pudo esperar, así que se fue manejando en busca de propiedades; en ejecución hipotecaria, casas abandonadas, cualquiera que tuviera potencial de ser un “Flip.” Edith encontró un edificio de 3 plantas con un cartelón que decía “En subasta para demolición rápida el 5 de julio.” Con solo un par de días antes de la subasta, buscó consejería por parte de agentes de bienes raíces que le pudieran ayudar a reunir todos los requisitos por parte de la ciudad para poder participar en la subasta. Después de una larga búsqueda, por fin logró encontrar a una persona que le ayudara. Así que se fue a la corte. Pudo convertirse en la defensora de la propiedad e ir en contra de la ciudad para comprarla. Pero ahora, la corte requería que le hiciera los arreglos necesarios a la propiedad en 120 días antes de poder permitirle la compra. Así que, se puso a trabajar. Realizó todos los arreglos requeridos y envió fotografías a su abogado.
La dichosa llamada por fin llegó con un, “Deberías dedicarte a esto a tiempo completo.” Poco después, recibió la aprobación para comprarla. La arregló, la vendió y le encantó el sentimiento de satisfacción. ¡Lo logró! Así fue que inició su jornada como constructora general a tiempo parcial. En el 2005, Antigua Construction fue incorporada y desde entonces ha sido parte de los negocios de mujeres de minorías. Si a ti te interesa iniciar tu pequeño negocio, dale un vistazo a nuestro programa de microempresas, Micro Enterprise Program. En ese mismo año, Edith dejó el campo de la educación para dedicar todo su tiempo y esfuerzo a su nuevo negocio de construcción, Antigua Construction. Desafortunadamente, en el 2007 el mercado comenzó a bajar y tuvo que vender algunas propiedades. Eso no la detuvo. Edith estaba determinada a sumergirse en el negocio de convertirse en constructora general. Tomó cada clase que encontró para convertirse en una constructora general certificada. Aprendió, aplicó para las certificaciones y trabajó arduamente para conseguirlas.
Hoy su constructora está certificada por las siguientes: General Services Administration (GSA), Small Business Administration (SBA), Minority and Women-Owned Business Certification Program (M/WBE), Disadvantaged Business Enterprise Program (DBE), National Minority Supplier Development Council (NMSDC), Illinois Department of Central Management Services (CMS), y Women-Owned Small Business (WOSB).
Comenzó a buscar lo que llama “la oportunidad del artista hambriento.” Comenzó a tocar puertas, todas, para encontrar la oportunidad que le permitiera iniciar su jornada como constructora.
Después de dar seguimiento, persistentemente, un contratista grande le preguntó, “¿Qué es lo que quieres?” A lo que Edith muy segura de sí misma le contestó, “Soy la viuda persistente.” El le respondió con otra pregunta, “¿Eres viuda?” Edith lo refirió a la referencia bíblica de la viuda persistente. El se quedó en silencio por un momento y después acordó trabajar con ella. Edith recibió su primer proyecto de $3,000, luego el segundo y después vino otro. El le dio la oportunidad y Antigua Construction comenzó a crecer.
En el 2010, se fue de vacaciones a visitar a su padre. A su regreso, el banco que había sido su prestamista durante años la llamó para informarle que estarían eliminando todas las líneas de crédito a pequeños negocios. Fue un tiempo difícil. Cerrar el negocio le cruzó por la mente. Como mujer de fe, le pidió a Dios una señal para saber si debía mantener el negocio abierto. Minutos más tarde, recibió un mensaje de texto de un amigo político expresándole su apoyo. Después, por si dudaba, recibió una llamada de la nada de una persona que quería dejarle saber que estará refiriendo su negocio a personas de alto rango en decisiones federales de construcción. ¡Esa era la señal! Edith recobró la compostura y estaba lista para seguir adelante con su negocio.
El camino no ha sido fácil. Edith se ha enfrentado a la adversidad y a los desafíos en una industria dominada por los hombre hasta el día de hoy. Pero eso no la ha detenido. Al contrario, la impulsa a seguir adelante con determinación y a seguir con sus metas. Se ha enfrentado al desafío de ver gente en la que confió plenamente y a quienes creyó serían su mayor apoyo, fallarle, burlarse de ella y, ultimadamente, lastimarla. Afortunadamente, también ha tenido gente buena a su lado que la ha motivado a soltar y seguir adelante. Siguiendo el consejo de su papá de ver la vida como un cuadro cuando vas en un coche, “El parabrisas es ancho y debes enfocarte en avanzar hacia adelante. El retrovisor sirve para una sola cosa, dar un vistazo rápido hacia atrás para después continuar avanzado hacia adelante.” Y eso es lo que continúa haciendo ante cualquier tormenta que se le atraviesa en el camino.
Hablemos de familia. Edith es madre soltera de 3 hijos, Bryan, Joshua, y Viviana – quienes con mucha gracia han visto a su mamá trabajar 24 horas, siete días a la semana, al tiempo que se mantiene involucrada en sus vidas y su educación. No ha sido fácil. Hubo un punto en su vida donde sus hijos la halaron al lado para pedirle que les devolviera a su mamá que se había llevado Antigua. Afortunadamente, y sin sorprendernos, encontraron la manera de que la dinámica funcionara. Todos acordaron dejar la tecnología, incluyendo la redes sociales, fuera de casa para poder encontrar un balance de vida y trabajo saludable. Los viernes se convirtieron en noches familiares cuando los niños elegían la cena y las actividades. Edith valora enormemente a su familia y mantiene un lazo fuerte con ellos. También, todos están involucrados, de alguna manera, en el negocio de la constructora.
Nos compartió una anécdota graciosa, “Yo quería que mis hijos hablaran bien el español, así que los animé a que se fueran a estudiar al extranjero. Mi hijo Bryan se fue a España por un semestre y cuando vino me dijo que quería regresar.” La realidad es que mientras estudiaba en España, conoció a alguien especial. Edith quería que él estuviera aquí, además de que el plan era que él se incorporaría al negocio. Bueno, adelantando el tiempo… “El 1ro de abril, mi hijo nos invitó a almorzar en familia y me dijo que quería casarse en España. Yo me solté a reír, era una broma buenísima del Día de los Inocentes.” Pero él no estaba bromeando. Tiempo después se casó y ahora está estudiando para obtener su Maestría en Quinesiología. Su otro hijo, Joshua, también forma parte del negocio, encargándose de todos los asuntos en la diferentes construcciones y su hija Viviana está estudiando Administración de Empresas, mientras adquiere experiencia trabajando en Antigua.
Edith de la Cruz es, sin duda, una Latina Destacada. Es una empresaria latina exitosa, con contratos importantes con la ciudad y autopistas. Mantiene un lazo familiar fuerte y que tanto ella como sus hijos siguen cultivado, y es un ejemplo e inspiración para madres solteras y minorías. Edith nos demuestra que si tienes determinación y compromiso, puedes lograr lo que te propongas.
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