Prejuicio latino
¿Cómo es que, como nación, vemos tanta ira visceral? Como Latinos, necesitamos analizar detenidamente a nuestra comunidad y apoyar a los oprimidos. Si, somos minorías en este país, y tenemos una historia de maltrato. Somos una comunidad que ha sido herida como muchas otras, pero lamentablemente también somos parte del problema.
Compartimos algo de historia con nuestros amigos oprimidos. Algunas cicatrices son iguales, pero nosotros hemos tenido un camino de supervivencia. Nos asimilamos a la cultura de aquellos que nos colonizaron. Aprendimos a hablar como ellos, actuar como ellos, y vestimos como ellos, porque, en su mayor parte, lucimos como ellos. Algunos de nosotros, pasaríamos por uno de ellos. Pero la comunidad negra nunca tuvo esa oportunidad.
Nuestra historia compartida es parte de nuestras identidades. Hemos aprendido y hemos tenido prejuicios, racismo y colorismo arraigado por generaciones en nuestra comunidad. Piénsalo. Los abuelos hablan sobre de como casarse con una persona blanca es como sacarse la lotería, y casarse con una persona negra es algo deshonroso o denigrante. En una sociedad donde los latinos y los negros tienen más en común que diferente, seguimos trazando líneas de separación.
Esa es la definición de privilegio. Podemos optar unirnos a nuestros hermanas y hermanos negros, o podemos ver que todo esto sucede desdé atrás de nuestro teléfono celular escondiéndonos cómodamente. Nosotros tenemos una opción, ellos no. Aparte de esta elección, nosotros, como comunidad, necesitamos enfrentar el racismo que arrojamos en forma de “bromas” y advertencias sobre la comunidad negra. Así que tomemos un momento para reflexionar en ello.
He estado quebrándome la cabeza por dos semanas, tratando de encontrar una muy buena historia sobre el racismo en la comunidad Latina, Pero no he podido encontrar una que considere lo suficiente mente buena o en la cual pueda resaltar el punto que estoy tratando de hacer. Yo sé que suena irracional, pero no quería dar un ejemplo de racismo innegable.
Es fácil señalar como podemos ser blanco de prejuicios como mi tía en Tennessee, ella trabaja en una escuela predominantemente blanca, fue tomada por la señora de la limpieza y no por la maestra de música que era, recibiendo poco o ningún respeto. Esto estaba tan impregnado en la comunidad que no solo el personal tenía que tomar una capacitación sobre diversidad, sino también los padres y estudiantes de la escuela.
En cambio, quería mostrar los aspectos sutiles de la cultura Latina que son inherentemente racistas y nunca cuestionados sin pensarlo dos veces. Por ejemplo, una de mis primas en la Republica Dominicana no consiguió el trabajo en un banco al que había aplicado. ¿La razón? Su pelo estaba demasiado rizado, y su piel era muy obscura para el gusto del empleador. Ella podría haber conseguido el trabajo si alguien le hubiese advertido. Todo lo que tenía que hacer era alisarse el cabello y mantenerlo así. ¿No estás pensando esto ahora mismo, “Porque no lo hizo? Es un trabajo, después de todo.» Pero esto es precisamente el meollo del asunto; No fue que ella no consiguió el trabajo porque no estaba cualificada, sino porque a los ojos de la comunidad latina que usa los lentes racistas de la abuela, ella era un poco más obscura de lo que se esperaba. Esta es una forma de pensamiento que debemos de analizar, de manera minuciosa y detallada para poder extraerla y provocar el cambio.
«Componer o mejorar la Raza» es una frase común usada en la comunidad latina. La implicación es que deberíamos casarnos con gente blanca para “mejorar la raza» para que las futuras generaciones sean más blancas. O como algunos latinos llaman al cabello afro-texturizado «pelo malo» porque se nos ha inculcado que el pelo lacio es más atractivo.
Mi madre siempre ha hablado del estándar de belleza con el que los dominicanos se miden; se alaba la piel más clara, y la piel obscura avergüenza. El cabello debe ser liso y sedoso. El tener características faciales como una nariz delgada y ojos claros son una belleza buscada que muchos latinos sueñan con tener.
Veamos a Sammy Sosa admitiendo abiertamente que se aclara la piel. Un dominicano de piel morena que es uno de los mejores bateadores que el béisbol haya tenido y aun él tiene esta noción de que lucir más claro más blanco es ser mejor, Aunque él lo admita o no.
¿Entonces, porque la comunidad negra esta tan enojada? ¿Porque la gente hace tanto alboroto por la brutalidad policial y los disparos fatales que la acompañan?: Debido a la injusticia.
Un hombre negro tiene 2.5 veces más probabilidad de que un policía le dispare durante un encuentro que un hombre blanco en la misma situación. La población negra solo representa alrededor de un 14% de la población en general, pero constituyen el 37% del sistema penitenciario masculino. Tal vez sea porque las áreas de bajos ingresos continúan sintiendo los efectos de las practicas discriminatorias.
Tú decides, ahora que podemos hablar de un tema sin menospreciar al otro. Esto es lo que “Black lives matter” está tratando de hacer. Está llamando la atención sobre un problema. Todas las vidas importan, pero las vidas no importan hasta que las vidas negras cobren importancia, “Black Lives Matter”.
Hay muchas cosas erróneas en el mundo. ¿Podemos molestarnos con una comunidad con un historial de opresión que está tratando de cambiar un poco de lo malo en este mundo? ¿En lugar de pensar mal de la comunidad negra, necesitamos dar un paso adelante y ayudarlos en su momento de clamor y frustración porque si aquellos de nosotros que podemos entender un poco de su dolor no lo hacemos, quien lo hará?
Nosotros formamos parte del problema. Hay latinos racistas, y mientras no nos concienticemos de ello, no tendremos un cambio real. No hay espacio para el racismo, aun y cuando tú seas una minoría.
Necesitamos hacer la misma reflexión que le pedimos a los blancos que hagan; ellos no son los únicos con una historia de racismo
Miremos hacia adentro. Señalemos las palabras hirientes de alguno de nuestros parientes. El cambio comienza con la responsabilidad. Si esa responsabilidad es corregir a un miembro de la familia por una declaración ignorante o educarnos nosotros mismos para poder ser mejores aliados cuando se llegue el momento.