Los Hábitos Saludables Empiezan en Casa
Nuestros hijos pequeños copian y repiten frases, gestos, juegos y conductas sin parar, es su manera de aprender; absorben e imitan todo lo que ven y oyen, cualquiera puede convertirse en su modelo a seguir y, por ello, a muchos padres les preocupa que sus hijos tengan un ejemplo y modelo adecuado en cualquier ambiente donde estos se muevan o en sus relaciones sociales. Los hábitos y las rutinas son necesarios para el correcto desarrollo infantil. Ser agradecidos, comer bien, ser pacientes, ser ordenados y aun sonreír son algunas costumbres que los niños deben aprender desde pequeños para llevar una vida sana y feliz. Todos los hábitos, sean buenos o malos, comienzan en casa. A continuación, le presentamos una selección de buenas maneras para que sus hijos crezcan sanos a todos los niveles.
Hábito #1: Ser agradecidos
Si los adultos predicamos con el ejemplo y agradecemos a nuestros niños cada vez que, por ejemplo, colaboran con algo, ellos también lo harán luego. Además, está demostrado que las personas agradecidas se sienten felices y qué mejor para nuestros hijos que se sientan así. #2 Sentarse a la mesa y compartir en familia Compartir, al menos, una comida familiar es también importante cuando estamos creando hábitos en los chicos. Ellos verán en usted un modelo de comer a la mesa, sentados y al mismo tiempo disfrutar las variedades de las comidas latinoamericanas que son ricas en verduras, frutas y carnes. Como un bono extra, comer, por lo menos, una vez al día juntos, fortalece los lazos familiares.
Hábito #2: Ser paciente
La mayoría de los niños llevan muy mal el hecho de tener que esperar, son impacientes por naturaleza. Por eso, una buena forma de revertirlo es propiciando la comunicación y sociabilización con otros niños con los que puedan interactuar con el objetivo de que aprendan de forma natural a respetar turnos y esperarse unos a otros entre varias cosas más.
Hábito #3: Compartir
Hay niños que lo hacen naturalmente, pero a muchos otros les cuesta compartir sus cosas. El que aprendan a compartir es muy importante para que la cooperación y el dar y el recibir sea algo normal en sus vidas. Los adultos, en cada día de nuestras vidas, compartimos algo con otras personas, desde algo tan automático y común como el lugar de trabajo, hasta algo premeditado como puede ser el invitar a desayunar a un amigo, así que fomentar este hábito es algo que les ayudará para aplicarlo a diario. Involucre a sus hijos en actividades de ayuda comunitaria como el donar ropa y comida a alguna organización que ayuda a los menos afortunados y explicándoles qué están haciendo y por qué.
Hábito #4: Ser ordenado
Ordenar sus cosas es algo que los niños deben aprender a hacer por sí mismos sin que nadie los mande; sin embargo, los padres sabemos que esto requiere de mucho tiempo, la mayoría de los niños esperan a que se les diga que deben ordenar y recoger sus cosas para hacerlo. Una manera fácil de enseñarles a ser ordenados es incluyéndolos en la hora de limpiar. Mientras usted tiende la cama, su hijo puede recoger los juguetes y ponerlos en su lugar. Esto les encanta a los niños porque sienten que están compartiendo más tiempo con sus padres.
Hábito #5: Sonreír
Los niños, por lo general, sonríen de forma espontánea y son los que, a menudo, nos hacen recordar que no todo en el mundo y la vida es seriedad y que siempre hay otra alternativa de tomarnos las cosas. Una sonrisa, aunque sea fingida, cambia nuestro estado de ánimo gracias a todos los músculos que se accionan para que se lleve a cabo y a las endorfinas que ésta genera en el cuerpo. Así es que sonríe siempre que puedas o te acuerdes para que tus niños también tengan ese hábito de adultos.