Encontrando Fortaleza en la Espera: Abrazando la Paciencia como un Camino hacia la Esperanza
Hace un año, me mudé a mi nuevo hogar, y una de las ventajas era el servicio de remoción de nieve. Naturalmente, me alegré de no tener que lidiar con quitar la nieve. Sin embargo, durante la primera nevada, mi esposo estuvo fuera durante el fin de semana. Mirando por la ventana, noté que la nieve se acumulaba en el suelo. Sintiéndome inquieta y preguntándome por qué la empresa de remoción de nieve aún no había llegado, o si se habían olvidado de mi casa, decidí tomar medidas por mi cuenta.
Poniéndome mi abrigo resistente, agarrando guantes y una pala, me aventuré afuera. A pesar de resbalar y deslizarse, logré limpiar toda la nieve de mi entrada y acera. Fría, con los pies mojados y cansada, regresé al interior y me senté en mi silla. De repente, escuché las máquinas y el raspar del camión quitanieves subiendo y bajando por nuestra calle, seguido por un equipo de hombres limpiando aceras y entradas. Me sentí frustrada conmigo misma porque si hubiera esperado un poco más, no habría tenido que pasar por la molestia de quitar la nieve y experimentar la fatiga. En lugar de ejercer un poco más de paciencia para disfrutar de los beneficios del servicio de remoción de nieve incluido en la compra de mi casa, mi impaciencia me llevó a tomar innecesariamente el asunto en mis propias manos.
Reflexionar sobre ese momento me recordó un pasaje de la palabra de Dios:
"Pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán."
(Isaías 40:31)
Si hubiera tenido paciencia, podría haber evitado la fatiga y los dolores que acompañaron el quitar la nieve yo misma en lugar de simplemente esperar.
Mientras mi historia sirve como reflexión, en la vida, refleja una experiencia común donde la impaciencia surge al enfrentarse a situaciones desafiantes o lo que parece ser oraciones sin respuesta. La impaciencia tiende a provocar sentimientos de desesperación, miedo y ansiedad, llevándonos a tomar el control en un intento de resolver el problema. Sin embargo, Él nos recuerda que aquellos que esperan en el Señor renovarán sus fuerzas, indicando que la espera es parte del proceso. Además, hay una garantía de beneficios que provienen de esperar: fuerzas renovadas, la capacidad de caminar sin fatiga y la resistencia para no desmayar. A pesar de las tormentas que puedan rugir, creando un sentido de caos en la vida, la promesa (beneficio) es que Él vendrá y abrirá camino, despejando la carretera y dándonos descanso. En el período de espera, hay la seguridad de la esperanza atravesando las nubes oscuras y sombrías. Es un llamado a quedarse quieto, entendiendo que, en medio de la espera, hay certeza de que Él no nos ha olvidado ni lo que nos ha prometido.
- ¿Ha habido algún momento en tu vida en el que la impaciencia te llevó a tomar el control?
- ¿Qué desafíos físicos y emocionales enfrentaste como resultado de tomar el asunto en tus propias manos?
- Reflexionando sobre el pasaje bíblico, ¿cómo puede la paciencia y esperar en el Señor contribuir a renovar la fuerza y la resistencia mientras enfrentas los desafíos de la vida?